Los cambios revolucionarios que se esta gestando en el actual, cerrado y deshumanizado modelo del mundo, lo convertirán lentamente en el tercer milenio en otro mas abierto y humanitario, con una nueva cultura unitiva nacida de la conjugacion de las ciencias de la materia con las ciencias del espiritu (Esociencia) que cambiará los fundamentos principales en que se basa una Sociedad realmente evolucionaria, principalmente en cuanto se refiere a la Educacion, la Juventud y la Familia.
jueves, 14 de abril de 2011
36 PRINCIPIOS QUE ESTRUCTURAN LA REALIDAD
La realidad la organizan siete principios cuya comprensión, libre de prejuicios, permite entender por qué funciona el mundo del modo como lo hace y hasta prever algunos resultados. Estos son:
1. Principio mental
2. Principio de movimiento
3. Principio de generación
4. Principio de causalidad
5. Principio de polaridad
6. Principio del ritmo
7. Principio de correspondencia
1. PRINCIPIO MENTAL: Es el principio que establece que el Universo es de naturaleza mental, abriendo una ancha puerta a la comprensión de los variados fenómenos psíquicos, paranormales y coincidencias de común ocurrencia en el diario vivir que tanto han llamado la atención de la gente de todas las épocas y que sin él son incomprensibles ya que desafían toda hipótesis científica. Al establecer que la realidad substancial oculta detrás de todas las manifestaciones de la energía, la materia, el universo físico, los fenómenos de la vida, etc., o sea, de todo cuanto es sensible a nuestros sentidos, tiene un fundamento espiritual o mental; hace razonable la idea de que antes que la materia, estuvo el espíritu.
Willis Harman, presidente del California Institute of Noetic Sciense, dice: “La conciencia no es el producto final de la creación, es más que eso, fué la conciencia la que estuvo allí primero”. Así como él hoy, más y más científicos adhieren a la posición de que la energía que dinamiza el Universo provino de una fuente metafísica y que lo que llamamos realidad es sólo uno más de los innumerables procesos conscientes de una gran mente universal. Esto explica los misteriosos acontecimientos que a veces nos suceden como por ejemplo, por qué se nos ilumina de repente la conciencia con la solución de un peliagudo problema que nos tuvo largamente preocupados (iluminación); por qué de improviso, sin causa ninguna, pensamos en alguien y de repente sin saber cómo nos encontramos con esa persona, o nos llama por teléfono, diciéndonos que también se había recordado de nosotros porque nos necesitaba (sincronía); por qué, especialmente las mujeres, al momento de sufrir un accidente un ser muy querido, presienten instantáneamente la desgracia (telepatía); por qué aparecen durante estados de sueño o de ensueño, acontecimientos que tiempo después suceden (precognición), etc. Son las ondas mentales, o de otro tipo que desconocemos relacionadas con el
tiempo, que viajando a través de esa suprema conciencia se intercomunican traspasándose la información pertinente.
Dice eI estadounidense Roger W.Sperry, Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1981: “El enfoque actual involucra dar pleno reconocimiento a la primacía de la conciencia como realidad causal”. El Dr. Candace Pert, Sir John Eccles, y otros prominentes neurólogos ya han comenzado a hablar en sus escritos de “la realidad del espíritu”. Como escribe Torn Harper, divulgador científico: “Este conocimiento, por supuesto, ha estado presente en el corazón de la “sabiduría perenne” de todas las religiones del mundo desde el comienzo de la historia. Nuestras mentes individuales no están separadas; se conectan en algún nivel profundo y, en mi opinión, están sostenidas por lo que sólo puede llamarse en forma simbólica la Mente de Dios”
La física cuántica-relativista sugiere que más que un producto accidental de la materia, como aseguran los materialistas, la conciencia es un atributo de la existencia; y que los seres humanos, como complejos Organismos-Intuitivo-Reflexivos que son, son capaces de funcionar en determinadas circunstancias como campos ilimitados de conciencia, trascendiendo la materia, el espacio, el tiempo y la causalidad lineal. Dice el doctor en filosofía Masaharu Taniguchi en su libro “Tu Puedes Curarte a ti Mismo” : “Hay ejemplos decuraciones que evidencian la actuación de procesos superiores en los cuales está involucrada la mente humana y extrañas fuerzas psíquicas y espirituales dificiles, si no imposibles, de explicar científicamente. Sin embargo las curaciones sobrenaturales y psíquicas no violan las leyes de la Naturaleza porque son leyes de categoría superior las que entran en operación. La mente subconsciente está conectada en su estrato más profundo con la Conciencia Universal y ésta a su vez con la conciencia superior del hombre. Las prevenciones fisiológicas y las condiciones químicas necesarias para reparar tejidos dañados y curar enfermedades orgánicas, se encuentran totalmente dentro del sistema corporal. En las curaciones que se describencomo “milagrosas” se ponen en movimiento poderes ocultos en los niveles más profundos de la conciencia humana que, con su influjo, hacen actuarinteligentemente los procesos normales de terapia natural del cuerpo, que son los que finalmente producen la curación”. ( Ver Curación Cuántica).
El mundo no existiría si el hombre no pensara. Pensar y tener conciencia de lo que nos rodea es fundamental para saber que existimos y de que existe el Universo. Ya 1o dijo Descartes: “cogito ergo sum” ("pienso, luego existo"). Es un hecho innegable que sin la mente y la energía, dos entes reales pero inmateriales, ninguna evolución sería posible, ningun proyecto sería realizable. Todas las realizaciones humanas sean éstas una doctrina filosófica, política o económica, una obra artística, un descubrimiento científico, un invento, o la procreación misma de la especie humana, se generan necesariamente en esa fuente primaria llamada mente, en forma de anhelos, pasión, ideas e imágenes, que apoyadas por la voluntad, la inteligencia, y la acción unificadora de todas las formas de energía, materiales y psíquicas, necesarias para la realización del proyecto, se concretan posteriormente en realidades tangibles.
2. PRINCIPIO DE GENERACION: Este principio se manifiesta no solamente en el plano físico como sexualidad, sino también en los planos mental y espiritual donde toma formas más elevadas. Su acción está dirigida siempre en el sentido de generar, regenerar y crear a través de los principios activos masculino y femenino sin los cuales ninguna concepción física, mental o espiritual es posible. La comprensión de este principio permite acceder a muchos misterios de gestación de otro modo inasequibles, como el acto de pensar, crear, discernir y poner en práctica, por ejemplo, por la acción conjunta de los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho (que algunos conocen como femenino y masculino). El papel del hemisferio izquierdo, cuyo campo de acción es más variado que el derecho, es el de recibir impresiones y en base a ellas generar pensamientos, conceptos, imaginaciones; en tanto que el derecho es el de expresar las ideas resultantes, aplicarlas y concretizarlas con la fuerza de la voluntad de “querer” en sus variadas fases. Ambos trabajando coordinadamente. Fundamentándose en este principio, que es un principio práctico toda vez que lo comandan las leyes universales e inmutables de la vida, es posible vaticinar que la nueva cultura holonómica del tercero milenio deberá surgir de la alianza armónica de la cultura científica, simbolizando al voluntarioso padre portador del impulso indómito de la evolución, con la cultura espiritual, símbolo de la paciente madre portadora de los valores más profundos de la vida (Esociencia).
La aplicación de este principio es totalmente ajena a las perniciosas teorías, enseñanzas y prácticas basadas en la líbido que algunas culturas continuadoras de las antiguas doctrinas fálicas, han señalado como camino para logros espirituales, las que no hacen otra cosa que prostituir un principio natural tan noble como éste.
PRINCIPIO DE CAUSALIDAD: Principio que representa la verdad axiomática de que nada hay en el Universo que ocurra por casualidad o por azar, sino que todo efecto o consecuencia es el resultado directo de una causa o motivo; acción-reacción regida por principios y leyes, que en ciertos casos, principalmente en los campos mental y espiritual, no porque la ciencia aún no las haya descubierto, no actúan. Son muy variados los planos causales universales, pero es un hecho evidente que las causas superiores dominan a las inferiores. Los dramáticos desastres producidos en la flora y fauna del planeta no provienen del azar, los causa la depredación voluntaria del hombre. Algo parecido a lo que sucede con su clima (lluvias torrenciales, inundaciones, temporales, etc. ) , causados por el “efecto invernadero”, producto de la contaminación industrial que forma en los estratos superiores de la atmósfera una fina cubierta de dióxido de carbono que, semejante a la manga plástica de los invernaderos agrícolas, no permite la difuminación del calor solar, provocando un aumento de la temperatura del planeta.
PRINCIPIO DE MOVIMIENTO: Todo en el universo se mueve, externa e internamente. Nada hay en él que permanezca inmóvi1. Las diferencias existentes entre las diversas manifestaciones de la materia, la energía, la mente y aún del espíritu, las aclara este principio al explicar que todas ellas no son sino el resultado de movimientos vibratorios de mayor o menor intensidad y longitud de onda. La vibración espiritual, por ejemplo, posee una vibración tan alta y de tan pequeña longitud de onda, que prácticamente podría considerársela totalmente inmóvil, en forma parecida a como una rueda girando a gran velocidad pareciera estar completamente detenida. En el otro extremo de la escala vibratoria hay formas materiales tan densas y de vibración tan débil por su baja frecuencia y gran amplitud de onda, que también parecieran estar en reposo absoluto. Entre ambos extremos hay millones y millones de grados de intensidad vibratoria. Este conocimiento es clave para elevar el espíritu a las más inimaginables alturas en base a la elevación de las comunmente bajas vibraciones de la mente-corazón, generalmente sujetas al materialismo vigente: lo que obviamente es posible conseguir por medio de la generación de pensamientos-sentimientos cada vez más elevados, constructivos y sinceros. Quien comprenda cabalmente este principio, está capacitado para adquirir una gran sabiduría. Desde eI quark al electrón, desde e1 átomo a la molécula, desde la Tierra a las galaxias, desde los pensamientos a las emociones (“moción” significa movimiento ), todo se mueve , todo vibra. Nuestra mente se mueve de un pensamiento a otro, nos contraímos de ira, nos estremecernos de placer, saltamos de alegría. “Si las personas y las cosas no se movieran nos llenaría la angustia. Si las hojas de los árboles no se movieran, qué tristes estarían los árboles y nosotros” (Edgar Degas, pintor impresionista francés).
5. PRINCIPIO DE POLARIDAD: Desde que lo absoluto y eterno manifestó su potencial en el insondable abismo, transformando su “fuerza” en “energía” y la energía en “materia”, irrumpió en el Universo el principio dual de la polaridad en su primigenia y básica forma de espíritu-materia. Desde entonces toda las acciones de la naturaleza material y humana oscilan entre dos extremos contrarios sólo en apariencia, puesto que ambos son expresiones de una misma entidad diferenciada solamente por niveles de jerarquía, hecho singular que explica las increíbles paradojas que han dejado perplejos a tantos investigadores antiguos y modernos, como por ejemplo, la naturaleza idéntica de la tesis y la antítesis. El calor y el frío, aunque parezcan diametralmente opuestos, son en esencia una sola entidad: temperatura diferenciada en grados más y grados menos; lo bonito y lo feo sólo aumento o degradación de la belleza; la luz y la oscuridad sólo niveles cada vez más altos o disminuídos de claridad; la sabiduría y la ignorancia só1o gradaciones del discernimiento mental, etc. Este principio establece que la verdad absoluta no existe en nuestro mundo mortal, y que entre ella y su extremo antagónico: la falsedad, existe un sinnúmero de semi-verdades que impiden reconocerla. Sólo el desarrollo interior posibilita descubrirla, al permitir ascender a los más altos niveles de conciencia donde los extremos polares no existen, donde las cosas no son ni buenas ni malas, ni positivas ni negativas sino que simplemente SON: armonía, claridad, equilibrio perfecto. La polaridad sólo existe en los mundos materiales del espacio y el tiempo con el fin de promover su evolución, avanzando de la imperfección a la perfección; y aunque ella es la causante de que todo en nuestro mundo sea relativo, que aparezca la duda, que creamos en la muerte, su existencia es crucial para el progreso del hombre porque pone ante nuestra conciencia la realidad de que siempre hay una posición mejor que aquella en la que estamos. ¿Cómo escapar de la ignorancia sin saber de la existencia de la sabiduría? ¿Cómo aspirar a lo superior sin percatarse que se está en la medianía o en la inferioridad?
6. PRINCIPIO DEL RITMO: Todo en el Universo oscila armoniosa y ritmicamente, asciende y desciende, avanza y retrocede, gira medio círculo en un sentido y medio círculo en el otro, en períodos iguales de tiempo, brevísimos o muy extensos. Lo testimonia el progreso y decadencia de las civilizaciones, el flujo y reflujo del mar, el ritmo biológico del cuerpo humano, e1 aspirar y expirar respiratorio, las curvas sinusoidales de la infinidad de ondas que surcan el espacio, el bombeo del corazón, la exacta aparición de los cometas, etc. Todo, lo objetivo y lo subjetivo, tiene su propio ritmo: el día y la noche, las estaciones del año, las mareas de la vida, la música, la poesía, la danza; el entusiasmo, la tristeza, la alegría, etc. Como los demás, este principio es inexorable; sus cimas y sus valles, sus ascensos y sus caídas, sus acercamientos y alejamientos, se cumplen rigurosamente; aunque en lo que se refiere a la vida, sus ondas descendentes o negativas son controlables. La forma de hacerlo es cuando esté por aparecer la ineluctable fase baja negativa, polarizarse por trasmutación mental en la fase positiva más alta, permaneciendo allí hasta que la fase negativa termine su recorrido. Algo semejante al juego de la cuerda, cuando se brinca tan alto como se puede para evitar que ella nos roce al pasar por debajo de nuestros pies. Al permanecer conscientemente en un plano superior de conciencia, el descenso rítmico negativo terminará su ciclo en el área mental inconsciente, sin afectarnos. Algunos hacen ésto sin darse cuenta y llevan una vida tranquila y feliz, de estabilidad mental y emocional, pero la mayoría no posee esta facultad, sufriendo con la multitud de altibajos de la vida.
7. PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA: Este principio, llarnado también de similitud, encierra la verdad indesmentible de la correspondencia o analogía existente entre las variadas leyes y fenómenos de la naturaleza, a grande y pequeña escala, y del ser en sí. Enseña que así como suceden las cosas en los grandes sistemas suceden también en los pequeños. Que entre ambos existe una correspondencia invariable de principios y leyes. Como todos los anteriores su aplicación es universal actuando en los planos físico, mental y psíquico. Basándose en este principio y razonando con inteligencia y amplitud de criterio, es posible aclarar muchos misterios de1 Universo y la vida que de otro modo sería imposible. Por su intermedio es posible percatarse que lo que acontece a un individuo o a una familia en particular, es similar a lo que acontece a una nación o a la Humanidad entera por causas parecidas. La similitud entre la composición de un átomo y la estructura del sistema solar es un indicio de la magnífica correspondencia existente en la organización del Universo. Correspondencia que también permite entender que existen muchas otras similitudes en el Cosmos, posiblemente formas de vida análogas en quizás cuántos lugares. La posibilidad de otras vidas en el Universo es uno de los más fascinantes misterios de la Ciencia que este principio hace razonable. Bajo su amparo, no es una locura pensar en la existencia de otros planetas, de otros sistemas habitados por criaturas similares a nosotros, por lo menos en cuanto a simetría corporal. Entre tantos miles de millones de galaxias con billones y billones de estrellas parecidas a nuestro Sol, lo irrazonable es creer en la no existencia de planetas semejantes o diferentes a la Tierra, con diferentes también formas de vida pero vida al fin.
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