lunes, 14 de marzo de 2011

35 EL MISTERIOSO EFECTO DE LOS IONES








Científicos de la Universidad de California descubrieron, después de exhaustivos experimentos, que un cómputo escaso de iones (partículas sub-atómicas eléctricamente cargadas) en el aire provoca que las plantas se marchiten y los animales mueran, subrayando la importancia del equilibrio iónico atmosférico en el proceso de creación y mantenimiento de la vida.

 Desde hace mucho tiempo el hombre sabe que el terreno de ciertos lugares es mejor que el de otros para un cultivo determinado. Los hombres de ciencia han proporcionado la única explicación posible para que ésto suceda: "algunas tierras generan más iones que otras por su contenido mayor que lo normal de rnateriales radiactivos".

EI proceso de fotosíntesis de las plantas no podría realizarse sin la presencia de iones en la atmósfera. Un científico de Ia NASA, James Beal, que se encontró con el problema de los iones mientras estudiaba la clase de medio ambiente que se necesitaba dentro de las cápsulas espaciales, acotó; "La raza humana no se hubiera realizado sin iones en el aire; la naturaleza utiliza los iones en el desarrollo de todos los procesos biológicos". En Europa, Japón, Rusian Israel, Brasil, los hombres de ciencia han probado que el desequilibrio iónico no sólo es perjudicial para el desarrollo de la vida orgánica sino tarnbién para el bienestar físico y mental.

La relación normal de equilíbrio iónico en el aire para un buen desenvolvimiento de la vida biológica es de 5 iones positivos por 4 negativos. La ligera preponderancia de iones positivos se debe a que la Tierra (de polarización negativa), por un lado repele los iones negativos (del mismo signo) expulsándolos lejos de su superficie; y por el otro, actuando como un imán atrae los iones positivos de signo contrario (principio de atracción y repulsión). Es en los extensos campos, descubiertos y soleados, donde este equilibrio mejor se realiza porque en las ciudades, la tecnología electrónica moderna y su masiva producción de iones positivos, lo rompe. La Naturaleza en algunos casos también lo hace, cuando produce exceso de iones positivos debido a varios tipos de fricción: desplazamiento de grandes masas de aire sobre la superficie terrestre, polvo y arena arrastrada por el viento, fricción que tiende a detener la producción de iones negativos y a incentivar la de iones positivos. Cuando hay temporales de viento con mucho polvo en suspensión en el aire el exceso de iones positivos también aumenta porque los iones negativos son rápidos en unirse a las partículas de polvo en suspensión, perdiendo su carga. Después de una tormenta o de un día de lluvia el aire se pone fresco y vigorizante, produciendo sensaciones de mayor energía vital e incluso de paz. La razón parece evidente, el aire queda lirnpio del exceso de iones positivos producido por la fricción de las grandes masas de aire o por la polución atmosférica, quedando una dosis ligeramente aumentada de iones negativos que tranquilizan y alivian, colrnando a la mayoría de las personas de una beneficiosa tranquilidad.

Una de las paradojas más extrañas del efecto de los iones sobre las personas es que en tanto una dosis excesiva de iones positivos perjudica, una escasa puede producir un momentáneo sortilegio de euforia; de excitación reprimida o de hiperactividad. En ambos casos la causa es inexplicable ya que el desequilibrio iónico no es perceptible por ninguno de los cinco sentidos. En el caso de gente extremadamente sensible al efecto de los iones en el aire, como hay rnucha, los sentimientos de ansiedad y depresión que a veces sienten por esta causa son muy molestos ya que con frecuencia son contradictorios con la sensación de medio arnbiente agradable y esplendoroso que sienten otros.

También hay circunstancias naturales que crean dosis aumentadas y beneficiosas de iones negativos. En ciertas áreas montañosas, por ejemplo, una combinación de rayos solares, aire linrpio y estratos rocosos que por su naturaleza son más radiactivos que la generalidad de la masa terrestre, producen elevadas concentraciones de ambos tipos de iones, con el equilibrio oscilando fuertemente en favor de los iones negativos. Esto se debe a que en las montañas, a diferencia de las ciudades, no hay polución o suspensión de partículas de polvo en el aire que puedan absorber iones negativos eliminándolos. No es coincidencia que a través de toda la historia humana se haya preferido las montañas como lugar de descanso y recuperación de la energía.

El constante y poderoso batir de las olas del océano también genera gran cantidad de iones negativos ya que a rnedida que el agua irrumpe, la carga negativa vuela libre junto al rocío producido por el agua pulverizada. En el litoral, donde las olas azotan chorreantes en los roqueríos de las playas produciendo una suave llovizna, siempre hay más iones negativos que positivos. Lo mismo sucede en los saltos de agua y cataratas.

EI hombre, desde hace un tiempo, ha venido alterando fuerte y permanentemente el equilibrio iónico de la atmósfera en las ciudades a causa de la contaminación. Aparte de eso la construcción de ciudades cubre con capas de asfalto y hormigón la tierra desnuda, impidiéndo la normal producción de iones negativos por lo cual es permanente la sobredosis de iones positivos. Reconociendo la Ciencia la irnportancia que tienen los iones en la vida terrestre, muchos ya están tomando conciencia de la verdad de la influencia de ellos en la vida psicosomática de las personas, que en el caso de gente especialmente sensible les causa desde trastornos psíquicos, como estados de tensión extrema y ansiedades inexplicables, sentimientos de desgano, insomnio, irritabilidad y arrebatos anormales de hiperactividad; hasta afecciones somáticas concretas como trastornos cardíacos, asma, jaqueca, reumatismo, alergias, etc. Las causas de estos desequitibrios son variadas: días de tormenta o de lluvia, ciertas características y dirección de los vientos, ubicación geográfica, alteración iónica del medio ambiente causada por el uso de múItiples aparatos eléctricos, etc. También los días de luna llena pueden producir desequilibrio pues la carga negativa de la luna, repeliendo la carga negativa de la ionosfera, empuja los iones positivos de ésta hacia la Tierra, aumentando la cantidad de ellos en las capas inferiores de la atmósfera.

Desde los años 70 se han venido estudiando sistemáticamente los daños que producen a la salud física y mental los medios ambientes desfavorables creados por la climatización artificial, los altos niveles de ruido y el smog. Como consecuencia la Organización Mundial de la Salud se vió forzada a reconocer la gravedad del asunto, recomendando en 1976, como de suma importancia, la urgente atención sobre estos asuntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario