No es difícil entender la línea de organización y evolución progresiva de las creaciones materiales comenzando por las partículas elementales, los átomos, las moléculas, los cristales, los conjuntos minerales, las células biológicas , los protozoos, los conjuntos orgánicos, el hombre mismo, todos hechos exclusivamente de energía; pero de ésta se desconoce totalmente qué la originó. En este punto el misterio es total, aunque ya la ciencia actual comienza a vislumbrar que ella emergió de una Inteligencia Superior: el Dominio de la Inteligencia de Insight (D.I.I) como la denominó el científico cuántico Daniel Bohm.
Lo prueba el hecho de que la carga de fuerza del vacío espacial no responde a la fuerza de gravedad, pero si responde a la presencia del D.I.I, estando aparentemente dentro del circuito de entrada y salida de él, donde se convierte de potencia espacial en fuerza primordial, impulsando la evolución del potencial pre-material en manifestaciones primarias y secundarias de energía. Cuando esta energía logra niveles que responden a la gravedad, se establecen los múltiples circuitos de poder y los canales de energía formadores de universos. Asi aparece la materia física y se establece el escenario para la inauguración de la organización universal. La energía, distribuída universalmente en sus variados tipos ondulatorios y corpusculares, es un fenómeno sin solución para los científicos debido a que las fuerzas primarias que la formaron no son accesibles a ellos ya que no responden a sus métodos de comprobación en laboratorio por el simple motivo de pertenecer a un mundo de dimensión desconocida por la Ciencia.
Las infinito potencial proveniente del D.I.I, está capacitado para iniciar alrededor de su presencia en el vacío espacial los tremendos vórtices de poder que una vez iniciados no se detienen hasta que la infinidad de fuerzas que lo saturan son movilizadas para generar las misteriosas unidades ultimatónicas ( * ) de formación de la energía que fueron las que originaron la nebulosa antepasada de1 Universo.
Idéntico es el orígen de la variedad de nebulosas espirales y de otros tipos, de cuya rueda matriz en inconcebible movimiento circular, formada ya la energía, salen despedidos los soles de orígen directo y sus diferentes sistemas. Es un hecho que el porcentaje mayor de la masa contenida en soles y planetas se origina en las nebulosas.
Es incuantificable la cantidad de energía contenida en la materia universal. Muchas fases de la energía física y de todas las formas de materia son atraídas a los dínamos solares y posteriormente distribuídas por éstos. De este modo los soles sirven como aceleradores locales de la circulación de la energía, actuando como estaciones de control automático del poder. Los billones y billones de años que un sol ordinario continuará emitiendo calor y luz, ilustran el vasto almacenamiento de energía de cada conglomerado de materia física espacial, sin considerar la energía real almacenada en las partículas invisibles de la materia, que es prácticamente inimaginable.
(*) Ultimatones: Etapa última de las unidades de fuerza primaria antes de transformarse en energía.
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